Queridos socios y amigos,
Por segunda vez en muy poco tiempo, estamos en contacto con vosotros bajo estas condiciones extremadamente difíciles vive que la humanidad y cada uno de nosotros individualmente.
Esta vez, con motivo de la celebración más grande de la Ortodoxia, que se aproxima.
La realidad de hoy, sin embargo, nos obliga a vivir esta Pascua de manera diferente.
Sin embargo, no debemos dejar que la angustia y el miedo al incierto mañana aniden en nuestras almas.
Estamos convencidos de que la vida pronto proporcionará la solución.
Os enviamos nuestros deseos, esperando que mañana despertemos en un mundo nuevo, donde la gente generosamente regalará sus sonrisas y su amor sin esperar nada a cambio.
¡Deseamos y esperamos que la luz de la Resurrección ilumine los pasos de toda la humanidad y nos guíe por el camino del Amor y la Solidaridad!